Los láseres ultravioleta o UV funcionan pasando un láser de longitud de onda estándar de 1064 nm a través de un cristal no lineal, que reduce la longitud de onda a 532 nm. Después de pasar a través de un segundo cristal, la longitud de onda se reduce una vez más.
Los láseres UV utilizan una longitud de onda muy corta para un láser, que normalmente oscila entre 200 nm y 389 nm, siendo particularmente común 355 nm. Esta longitud de onda es altamente absorbente, lo que brinda a los láseres UV la capacidad de ofrecer lo que se conoce como "marcado en frío".